miércoles, 15 de octubre de 2008

NUESTRO IDEAL

El contexto geográfico socio – cultural de la ciudad de Puno, esta centrado en las virtudes naturales que posee, cuyo “lago constituye el corazón de los andes, como el ojo de Dios que mira al universo …”

Este mismo hecho, hace que sus habitantes desde su origen, posean una riqueza cultural, que en el proceso de desarrollo histórico social va emergiendo diversas manifestaciones de expresión vivencial, denominado como folklore.

Uno de los ejes fundamentales de trabajo radial – Onda Azúl – esta centrado en la valoración, promoción y difusión de la expresión artística: música, danza, costumbres, etc, que emergen de la sabiduría popular, entendido como el conjunto de conocimientos transmitidos oralmente y de técnicas aprendidas por imitación. En tal sentido, LA PRODUCCION RADIAL se va madurando a través de las experiencias compartidas en la programación general de Radio Onda Azul, permite consolidar y plantear la propuesta en referencia; hecho que no sería posible lograr sin contar con los elementos prioritarios que viabilicen en trabajo de producción y expre3sión artistica de la Región Puno, que permita a las nuevas generaciones, fortalecer de su identidad como objetivo posible, desde la esencia cultural milenaria del cual somos herederos.

EL SIKURI

El tema es amplio, y no solo se refiere al género musical andino del Sikuri, sinó a todo un criterio de ubicación de la existencia.

El poblador nativo de América, asumió desde siglos el lenguaje de la naturaleza y la tomó de guía. La historia está llena de esa concordancia, así como del respeto e intuición que se mantiene a lo desconocido; desde esta cosmovisión emerge la eterna esperanza de bienestar simplificada en las costumbres y las creencias. Es en este contexto, entre simbolismos y realidad, donde encontramos a los Sikuris.

El elemento material e instrumento musical del Sikuri es el Siku, este consta de dos partes separadas (Ira el macho y Arca la hembra) que se necesitan y complementan para conseguir melodías gracias a la técnica del diálogo musical; el Siku por lo tanto se toca en pareja, y la tropa (grupo de Sikuris) viene a ser la junta de varias parejas de Iras y Arkas que se fusionan para existir. A esta dualidad unitaria tanto del instrumento como de los instrumentistas y que viene a representar la concepción esencial para la vida, la conocemos como JJAKTASIÑA IRAMPI - ARCAMPI, entendido como ponerse de acuerdo, recibir-devolver, producir algo nuevo.

En las culturas del mundo el soplo está asociado con el génesis, la energía y la magia. En el Sikuri todo eso lo encontramos, desde las cañas cogidas de la Pachamama (tierra) y convertidas en Siku (instrumento), hasta el fervoroso arrebato humano del Sikuri (músico) que al darle su aliento lo transforma en Sikuri (música); música destinada nuevamente a la pachamama, pues su función es propiciar la buena cosecha. Es el simbolismo de la vida, el ciclo y la eternidad; por eso cada sesión de Sikuris intuitivamente desemboca en ritual, su energía trasciende lo artístico y evoluciona en espiritualidad y vigor.